1. Fase muñeca de trapo: Se caracteriza principalmente por el miedo que paraliza tu cuerpo y te deja completamente indefens@ a la voluntad del acosador. Otras características fundamentales son: Terror, miedo, no comprender qué está pasando, pérdida de memoria y de concentración, inseguridad, baja autoestima, problemas físicos como dolores y cansancio, llorar desconsoladamente, no poder hablar del tema pero tenerlo 24 horas en la cabeza, sentirte incomprendid@ y culpable.
2. Fase el vengador: Esta fase se caracteriza por el deseo de fulminar de una sola mirada a quien te ha hecho daño, pero como no puedes, saltas del llanto a comerte vivo al que tienes delante. Ira, rabia, comprendes lo que te ha pasado pero sigues sin entender cómo te han podido hacer una cosa así a ti, desconsuelo, nerviosismo, tus conversaciones se convierten en un monotema, la gente se cansa de escuchar lo mismo una y otra vez, te sigues sintiendo incomprendid@.
3. Fase pena, penita, pena. En esta los demás piensan que ya es hora de que “despiertes” y lo peor, tú también lo piensas, pero cuando mejor estás, vuelves a recaer. Tristeza, pena de mi, hipervigilancia, cambios de humor, susceptibilidad, cansancio de escucharse a uno mismo.
4. Fase superhéroe. Cualquier esfuerzo para recuperar tu vida como darte de alta o buscar trabajo para ti es una heroicidad, ya que supone un enorme esfuerzo superar el miedo a salir de tu colchoncito de seguridad que se ha convertido la baja. Para los demás es un paso normal que ya era hora que dieras y no entienden la inseguridad y el miedo que sientes.
5. Fase zero: Empezar con el trabajo es como empezar de cero, te sientes vulnerable e insegur@. Además necesitas hacer un gran esfuerzo de concentración en la actividad que llevas entre manos. Terminas agotad@ en cierta forma por la hipervigilancia. Realizas tu trabajo perfectamente, aunque pienses que eres lent@.
6. Fase lo de atrás quedó atrás. El acoso quedó lejos en tu pensamiento. En el trabajo te mueves como pez en el agua y haz adquirido unos nuevos superpoderes, el poder de descubrir “quién va de qué” de un solo vistazo.
No sé si hay más fases, ya que estoy entre la cinco y la seis. Sólo se que para salir airoso de la situación tienes que poner mucho de tu parte y no hundirte en tus pensamientos. Lo mejor es apuntarse al gimnasio o algún curso para obligarte a salir de casa y olvidar por unas horas el monotema. También es importante que cuando salgas, porque tienes que salir aunque sea a rastras, te arregles; por si te los encuentras vean que no te han destruido. Un poco de sol de vez en cuando te arreglará un poco el color ceniza de la cara y el aire secará tus lágrimas. Os mando luz, fuerza y ánimo.